Los detuvieron por atentado al pudor.
Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse.
En realidad, su amor no era sencillo.
Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia.
Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales.
Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse.
En realidad, su amor no era sencillo.
Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia.
Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales.
Erik Satie - Bajo la Lluvia
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