PRESENTIMIENTO
Arde el fondo de la boca muda
mientras en el cielo gris eterno, estático,
dan un concierto los cuervos negros.
El aire, enrarecido.
Abajo, en la tierra húmeda y temblorosa,
mientras tanto, las palabras asustadas
son arrastradas lentamente hacia el exterior.
La tierra, caliente.
El silencio es la ansiedad candente
de los momentos previos a un suceso luctuoso,
tal como si todo fuese a estallar en mil pedazos.
El murmullo, ininteligible.
Nada... nada pasa... excepto, quizás,
el tiempo... con el pulso marcado por un reloj
en el que se clavan unos ojos que preguntan.
La duda, silenciosa.
De repente, una piedra cae en la balsa de aceite,
un maremoto sacude, y entre los restos del naufragio
aparecen, llorosas, las palabras caducas de la boca muda.
Íñigo Jesús Ansotegi Suárez
2 comentarios:
Está bueno; el tema y el escrito
Espero que ese presentimiento no sea por el n-ésimo capítulo de mi culebrón personal :-ppp
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